Este blog fue creado para hablar de las previsiones de Fin de Mundo en general. En este momento, al compás de las discusiones de Copenhagen, millones de personas en el Mundo sufren, se esperanzan, se aterran con las consecuencias de las posibles decisiones de la cumbre COP15. Hoy no hay otro Apocalípsis que el Apocalípsis climático.
Tengo un rechazo instintivo por la idea del Apocalípsis que me lleva siempre a dudar, sin importar cual es su origen. Pueden ser sumos sacerdotes de piadosas iglesias, gnósticos de conocimientos herméticos o científicos de encumbrados jalones. Aquí mis razones.
1) Me declaro ateo del Apocalípsis, deidad creada para someter por el miedo, al crédulo, al medroso, al carente de esperanza.
2) La historia nos muestra que todos las formas de conocimiento han emitido ya veredictos finales para la Humanidad y todas ellas han fallado hasta el momento. Incluida la ciencia. Sería muy interesante (y de hecho me lo coloco como proyecto para aquel día en que tenga el tiempo que siempre me falta): llevar a cabo una revisión de todas las previsiones que la ciencia ha hecho para el Fin de los Días. Apunto aquí sólo una, que me viene rapidamente en mente: Thomas Robert Malthus defendió con rigor científico a fines del siglo XVIII que habría escasez de comida. Muchos dedujeron a partir de sus ideas que la humanidad perecería por hambrunas generalizadas. El Malthusianismo de vez en cuando vuelve a escena, la última vez que lo recuerdo fue en la década del '70, pero hoy mayormente ha sido olvidado porque fuimos capaces de desarrollar técnicas para mejorar el rendimiento de las cosechas y porque en definitiva, la humanidad siempre encuentra los caminos de realimentación que hacen que ese destino cruel no llegue.
3) La teoría del cambio climático no me cierra. Es decir, no es que no crea en el cambio, lo que no me cierra es el Apocalípsis. Incluso considerando que las conclusiones publicados no están equivocados y la temperatura haya subido 0,74 ºC entre 1906 y 2005, las conclusiones del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) me parecen exageradas. Muchas de ellas se basan en modelos que sabemos incompletos. Y que son incompletos lo sabemos porque ninguno de esos modelos fue capaz de predecir con suficiente anticipación hechos como la nevada del 9 de julio de 2007 en Buenos Aires. Y ninguno de esos modelos es capaz de explicar por qué el hielo de la Antártida no disminuye, o porqué no hay más ciclones tropicales (hechos reconocidos por el propio Panel). Puesto de otra manera, el modelo de producción de alimentos de Malthus al que me referí antes no estaba equivocado, era, simplemente, incompleto.
4) Hay una idea generalizada de que la Naturaleza mantiene un equilibrio que el hombre vino a quebrar. El propio informe del Panel dice textualmente, "El calentamiento atropogénico puede generar algunos impactos abruptos e irreversibles, dependiendo de la tasa y magnitud del cambio climático" (traducción mía). Sin embargo sabemos que la vida es un proceso termodinámico irreversible, y que por eso está fuera del equilibrio siempre. Lo que llamamos equilibrio no es más que una sensación creada por una mirada fugaz, tanto espacial como temporal.
Hace 60.000 años, la temperatura de la superficie de la Tierra era 8ºC inferior a la actual (un cambio 10 veces mayor que el actual si aceptamos las conclusiones del Panel). La vida no desapareció y aún más, había un mamífero bípedo, que vivía en cavernas y que probablemente ya había descubierto su subjetividad, que hoy llamamos homo sapiens sapiens y que sobrevivió a ese invierno extremo en condiciones bastante menos ventajosas que las actuales. Es más, ese episodio,un prologandísimo y severo invierno, ocurrió no una sino cuatro veces en los últimos 400.000 años. Y el homo sapiens sapiens soportó las cuatro veces esas condiciones extremas.
No voy a entrar aquí en el análisis económico y geopolítico de todo el entorno relacionado al Cambio Climático. Me excede. Hablo como un científico acostumbrado a lidiar con instrumentos de medida, datos y modelos. No creo que todo sea mentira. Una parte es verdadera. Me resta todavía saber cual.
PS.: Uno de los textos más angustiantes que he leido recientemente es el informe del IPCC. Deja a uno sin aliento.
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