domingo, 3 de marzo de 2013

El Mundo y sus Demonios

"Cuando la ignorancia es felicidad, es locura ser sabio." 
 (Thomas Gray)

Escribo estas líneas más de dos meses después de la fatídica fecha del 21 de diciembre de 2012.  Ninguna de las graves profecías anunciadas ocurrió. El mundo sigue su camino tortuoso y esperanzado, como siempre lo fue en su historia. Guerra civil en Siria con miles de muertos y centenas de miles de refugiados, más la destrucción de una nación.  La crisis económica europea se arrastra un año más.  Mientras en América Latina vivimos una de las décadas más fantásticas de nuestra historia: no importa el modelo económico y político, todos los países de la región han crecido y se han estabilizado políticamente.  Muy lejos de las sombrías décadas de las dictaduras de los años 70s.  

La frase con que abro este post la tomé del primer capítulo del libro de Carl Sagan: El Mundo y sus Demonios.  El título del post también lo tomé de su título en español.  El libro cayó en mis manos hace unos días, lo conozco desde que fuera publicado, poco antes de la muerte del genial astrónomo y divulgador científico, creador de la serie para TV, Cosmos. El mundo y sus demonios fue publicado en 1995, y Sagan falleció el 20 de diciembre de 1996.  Leyéndolo me da la impresión de que estaba impregnado de una suerte de pesimismo de alguien cercano a la muerte. Pero no estoy seguro de esto.

Con excepción de algunos capítulos que algunas personas colocaron en Internet, no he leído el libro antes.  El primer capítulo me impresionó porque encontré en sus palabras las mías.  Qué suerte de plagio involuntario pude haber hecho?  Cómo pude llegar a sus mismas conclusiones sin haberlo leído nunca?  La cosa más preciosa se llama el primer capítulo y  en ella expone a modo de introducción su fe en la ciencia.  Uso la palabra fe a propósito, porque efectivamente, en última instancia, hay algo espiritual detrás de cada científico.  Y allí Sagan me lleva a urgar en el origen de la palabra espíritu: en latín spiritus indicaba el aliento, la respiración.  Tal vez porque era invisible y provenía de nuestro interior, los romanos lo relacionaron con lo más subjetivo del ser humano.  Entonces, lo espiritual está ligado a lo material desde el mismo origen de la palabra que le dio existencia.  

La pregunta que orienta el libro de Sagan es por qué tantas personas se dejan llevar por un relato fantástico de la realidad que no tiene ningún fundamento?  Esa fue también la pregunta que me formulé yo hace algunos años, y a la que agrego, por qué tantas personas se dejan desanimar pensando que nuestro mundo está embrujado?  Esa preocupación me llevó a escribir un libro: La Hora Última. Sagan cita a Edmund Way Teale que dice:
Moralmente es tan condenable no querer saber si una cosa es verdadera o no, desde que ella nos de placer, como no querer saber el origen del dinero que está en nuestras manos.
Quien, cuestionado de que una pseudo terapia no tienen ninguna base científica  responde que lo importante es que es efectiva para curar, está cometiendo la conducta moralmente condenable de la que habla Teale.  Dice Sagan:
Es desanimador descubrir la corrupción y la incompetencia gubernamentales, por ejemplo, pero será mejor no saber nada al respecto?  A qué intereses sirve la ignorancia?  Si nosotros, humanos, tenemos una propensión hereditaria a odiar extraños, el único antídoto no es el autoconocimiento?  Si ansiamos creer que las estrellas nacen y se ponen para nosotros, que somos las razón de la existencia del Universo, la ciencia nos presta un deservicio reduciendo nuestra presunción?
 La ciencia nos libera, dice Sagan, tal vez sea triste, pero no tiene remedio
Descubrir que el Universo tiene cerca de 8 a 15 mil millones de años, en vez de 6 a 12 mil, aumenta nuestra apreciación de su extensión y grandiosidad, nutrir la noción de que somos una combinación especialmente compleja de átomos, en vez de un soplo de divinidad, por lo menos intensifica nuestro respeto por los átomos; descubrir, como ahora parece probable, que nuestro planeta es uno entre miles de millones de otros mundos en la Vía Láctea, y que nuestra galaxia es una entre miles de millones de otras, expande majestuosamente la arena de lo ques es posible; saber que nuestros antepasados eran también monos nos une al resto de la vida y torna posibles reflexiones importantes, aunque a veces tristes, sobre la naturaleza humana.
Pero al final afirma que
Evidentemente, no hay un retorno posible.  Queriendo o no, estamos presos a la ciencia.  Lo mejor es sacar el mayor provecho de la situación.  Cuando lleguemos a comprenderla y reconozcamos plenamente su belleza y poder, veremos que, tanto en las cuestiones espirituales como en las prácticas, hicimos un negocio muy ventajoso para nosotros.
Lo más importante de la ciencia, sin embargo, no son sus descubrimientos, siempre sujetos a alteraciones en razón de otros nuevos, sino el método, el camino que nos conduce, a veces tanteando y a ciegas, a veces en círculos, pero que es siempre consecuente consigo mismo y obediente a la Naturaleza, fin y objeto de sus desvelos. En palabras de Sagan:
Es un desafío supremo para el divulgador de la ciencia dejar bien clara la historia real y tortuosa de los grandes descubrimientos, así como los errores y, a veces, el rechazo obstinado de sus profesionales a tomar otro camino.  Muchos textos escolares, tal vez la mayoría de los libros didácticos científicos, son livianos en este punto. Es muchísimo mas fácil presentar de modo atractivo la sabiduría destilada durante siglos de interrogación paciente y colectiva de la Naturaleza que detallar el confuso mecanismo de la destilación. El método de la ciencia , por más aburrido y hosco que pueda parecer, es mucho más importante que los descubrimientos de ella. 

Sagan se murió mucho antes de que las profecías milenaristas se propagaran mundialmente, aunque las preveía.  Su libro fue escrito con la intención de disminuir el desvelo de tantas personas aterradas, embrujadas, por falsas afirmaciones.  A poco más de 15 años de su muerte, después de haber presenciado los falsos apocalípsis del 2000 y del 2012, parece que su palabra fue en vano. La ciencia se muestra alejada de los legos que antaño temían a los mostruos marinos y a los vértices de una Tierra plana, y hoy se amedrentan al esperar catástrofes imposibles: continentes deslizando como gigantescos Titanics, el campo geomagnético enloquecido alterando la psiquis de las personas, rayos mortíferos provenientes del Centro Galáctico, y llamaradas solares gigantescas incinerando toda vida en la superficie terrestre. 

Pero quien sabe no todo esta perdido.  El Mundo y sus demonios tiene un subtítulo en la versión inglesa: la ciencia como una vela en la oscuridad. Mientras mantengamos encendida esa vela hay esperanzas.

sábado, 15 de diciembre de 2012

21 de Diciembre de 2012: a una semana del fin

Y aquí estamos. A menos de una semana de una fecha magna. Aquella marcada para ser el Fin del Mundo.  Un nuevo Fin.  En diferentes sitios de Internet, relojes nos muestran cuantos días, horas, minutos y segundos faltan para la hora H, como este sitio oficial del 21 de diciembre de 2012, donde además pueden ver un video del tedioso anuncio de la guía de sobrevivientes para los meses de desastres que están por venir.

En este momento, al escribir estas líneas, nos quedan apenas 5 días y 20 horas.

Como ya he contado en el sitio dedicado a las profecías de 2012: La Hora Última, desde que tomé contacto con esta teoría quedé fascinado.  Fascinado por su propagación mundial.  Por qué este Apocalípsis tiene más arraigo que otros?  Es porque tiene que ver  con los mayas, pueblo extinto? Hollywood nos brindó, con su film 2012, una descripción lujosa en los detalles, barroca en el estilo y absurda en su contenido de lo que nos irá a ocurrir en... menos de 7 días.  Supuestos medios de divulgación científica, como Discovery Channel, aportaron su dosis de confusión creando documentales exitistas y sesgados, lejos del trajín y las preocupaciones de los científicos de carne y hueso que cada día doblegan sus espaldas intentando arrancar a la austera naturaleza una mínima muestra de conocimiento.   Las mesas de las librerías se inundaron de textos variados que nos cuentan de formas diferentes el signficado profundo de esta época.  Lo importante es que todos dicen que habrá señales externas, fenómenos que objetivamente todos podremos observar, que nos indicarán el fin de las épocas.

Y yo, que me declaro ateo de los Apocalípsis, dediqué tiempo y esfuerzo para desenmarañar esta intriga creada por  autores norteamericanos,  que hace unos 30 años encontraron débiles argumentos en favor de una teoría desmesurada.  El punto que focalicé es respecto a las señales, los fenómenos objetivos.  Tanto en las páginas del sitio Web que creé especialemente como en este blog más dinámico, analicé aquellas que parecen más significativas. Mi veredicto es que no hay ningún motivo de preocupación.

Recapitulando

El argumento fundamental es el supuesto fin de un ciclo calendárico maya antiguo, la Cuenta Larga, cuando llegue el día 13.0.0.0.0 en ese calendario. En realidad no es completamente seguro que la Cuenta larga sea periódica.  En los códices mayas, escritos en el período posclásico (después del año 1100), aparecen fechas que sobrepasan este número.  Más importante es que recientemente se han descubierto inscripciones en un templo, datadas en la época preclásica (entre los años 2000 AC y 250 DC), cuando el calendario era definido, que presentan la fecha 17.0.1.3.0 muy posterior al 13.0.0.0.0. Los mayas abandonaron la Cuenta Larga durante el período posclásico, tal vez hasta perdieron interés en ella.  Cuando los españoles desembarcaron en sus tierras, hacia el año 1525, el sistema ya no era más usado, cómo podríamos informarnos al respecto?

Pero aún si creyéramos que efectivamente el calendario recomienza el día maya 13.0.0.0.0 cómo saber a qué fecha de nuestro calendario gregoriano corresponde?  Los calendarios mayas no tienen ningun base astronómica. La sincronización entre ambos sistemas de contar días es muy compleja y sujeta a errores.  Yo recogí en una tabla algunas de las fechas probables  para el día 13.0.0.0.0. En la primera columna está el autor del trabajo, en la segunda el número usado para correlacionar el calendario maya con el gregoriano, en la tercera aparece el día gregoriano correspondiente al origen del calendario maya (0.0.0.0.0) y en la última tenemos la fecha gregoriana del supuesto fin del calendario maya. La línea con fondo gris, resalta el valor que los autores nortemericanos de las profecías mayas consideran cuando afirman que estamos en las vísperas de un cambio universal.  Notese que, sin embargo, esa fecha correspondería al 23 de diciembre y no al 21 como es declamado. Por lo demás, vemos que el Fin de la Cuenta Larga podría haber ocurrido en 1734 o podrá ser en 2532.

AutorValor 0.0.0.0.013.0.0.0.0
Smiley48269926 Jun 3392 AC5 Nov 1734
Makemson48913811 Feb 3374 AC22 Jun 1752
Spinden48938415 Oct 3374 AC23 Feb 1753
GMT*58428513 Ago 3114 AC23 Dic 2012
Böhm 622261 4 Ago 3010 AC14 Dic 2116
Kreichgauer62692714 May 2997 AC 23 Sep 2129
Wells, Fuls66020827 Jun 2906 AC 6 Nov 2220
Hochleitner67462522 Dic 2868 AC 3 May 2259
Escalona Ramos67910827 Mar 2874 AC5 Ago 2272
Weitzel7740783 Abr 2594 AC12 Ago 2532
*Otro valor frecuentemente citado de GMT es 584283. Con este valor 13.0.0.0.0 es el 21 de diciembre de 2012. 

Las Señales

Los apocalípsis vienen siempre precedidos por señales.  Los dioses (o el Dios) las envían para alertar a los buenos y que tomen acciones para protegerse.  Las señales en los tiempos modernos pretenden tener base científica.  Y en el caso de las profecías mayas no fue distinto.  Tres son las versiones más conocidas:

  1.  Supertormenta Solar.  Sabemos desde hace 150 años que el Sol tiene violentos desprendimientos de materia y energía que alteran el medio interplanetario donde se encuentra la Tierra. Sabemos también que las tormentas solares tienen su frecuencia e intensidad moduladas por el llamado Ciclo Solar, cuya representación más característica es el índice de manchas.  El Ciclo Solar tiene una duración aproximada de 11 años (más o menos 3) y en este momento atravesamos un período de aumento de la frecuencia de tormentas solares: es lo que denominamos máximo de actividad solar.  Sabemos por último, que dada la distancia que nos separa de nuestra estrella central, los efectos de las tormentas solares son muy pequeños para la vida en la Tierra, de hehco el fenómeno nos pasó desapercibido por milenios, y sólo fue descubierto de casualidad usando un telescopio en 1859.  Los profetas llegaron a afirmar que este ciclo sería más intenso que los anteriores y que una tempestad solar podría poner en peligro a toda la humanidad aunque sin indicar como.  (También hay autores del ámbito científico que han dado voces de alarma, de manera completamente irresponsable creo yo, ver esta serie de posts: 1, 2 y 3).  Sin embargo venimos monitorizando la actividad solar (es, por otra parte, mi especialidad) y por el contrario el Sol muestra señales de abatimiento. Como ya hicimos en el pasado, mostramos en la figura de abajo la actividad del sol en el pasado reciente actualizada hasta el mes de noviembre. La curva negra representa el índice de manchas observado, la curva roja, la previsión.  Como se puede ver, el índice es hoy la mitad del que era en el anterior pico de actividad.  Y la tendencia es seguir así. Es más,la actividad de los últimos 15 días fue muy escasa, así que esperamos que para el 21 de diciembre no haya muchas novedades.
  2. Inversión del Campo Magnético Terrestre. La inversión del campo magnético terrestre, fenómeno que ocurrió muchas veces en el pasado, ha suscitado también la preocupación de los profetas que afirman que esta será una señal más, y que vendrá acompañada por crisis mundiales sociales y económicas. Sin embargo no hay razón para suponer que la inversión vaya a ocurrir en los próximos días. El proceso, que tal vez ya comenzó, lleva miles de años para completarse, el último ocurrió hace casi un millón de años.  Las escalas temporales geológicas son largas.  Pero incluso si el campo se invirtiera dentro de poco, no es muy lógico pensar que vayan a ocurrir desastres.  Al final de cuentas ya pasó centenas de veces en el pasado y tanto la vida en general, como el hombre en particular resistieron. Más información sobre el tema aquí y aquí.
  3. Alineamiento Galáctico. Dice la profecía que el Sol y el centro galáctico se pondrán en línea recta uno con el otro, que ese día será el 21 de diciembre, fecha también del solsticio, y que entonces poderosos rayos emanados del Centro Galáctico han de alcanzar la Tierra.  Dicen también que esta coincidencia sólo se da cada 26.000 años por culpa de la precesión de los equinoccios.  Hemos mostrado que no hay ningún alineamiento previsto para la fecha, ni para los 200 años entre 1900 y 2100. Pero también hemos escrito, que no hay ningún chorro galáctico que pueda afectarnos.  
  4. Asteroide. Menos citado, siempre aparece la supuesta existencia de un asteroide en dirección hacia la Tierra. A menos de una semana, si con todos los telescopios que escudriñan el cielo en busca de asteroides asesinos todavía no fue detectado es porque debe estar atrás de Júpiter y así sólo nos podría hacer algún daño dentro de muchos años. Al día de hoy apenas dos asteroides escapan de la clasificación 0 (ningún peligro) de la Escala de Torino, para 1 (riesgo bajo) y las fechas previstas de aproximación a la Tierra son entre 2040 y 2057. La Tabla completa está en este link.
Si debemos basarnos en estas señales para creer en la proximidad de una catástrofe,  no vamos a ser convencidos. Tan próximos de la fecha, seguimos sin ver ninguna de ellas.  Por ese motivo no nos cabe duda de que el curso de la historia de la humanidad seguirá mucho después del 21 de diciembre de 2012, con sus miserias y grandezas.  Aunque tampoco nos cabe duda de que nuevos profetas ya están escribiendo los próximos apocalípsis.  

Como nos propusimos en el inicio de nuestro trabajo, desde este blog seguiremos llevando una voz optimista con la visión científica. 

Porque nuestra Hora Última aún no ha llegado.
 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Alineamiento planetario sobre las Grandes Pirámides Egipcias

Por las redes sociales está circulando una foto que alude a un alineamiento planetario, una extraña disposición de Saturno, Venus y Mercurio que, cuando es fotografiado próximo a las grandes pirámides de Guiza, (Keops, Kefrén y Micerino, o, como deben ser llamadas por sus nombres egipcios Jufu, Jafra y Menkaura) se ven justo encima de cada una de las construcciones. La foto en cuestión viene con el siguiente comentario: Alineación planetaria sobre Guiza. Sólo ocurre cada 2.737 años. La foto es la que se ve aquí abajo. 
Pirámides de Micerino, Kefrén y Keops (de izquierda a derecha). Encima de ellas tres estrellas, supuestamente Mercurio, Venus y Saturno en una extraña conjunción.

Obviamente que esta conjunción fue relacionada con las profecias mayas (extraño que no hayan dicho que el ciclo es de 5128 años, o una Cuenta Larga maya). La verdad es que la foto parece muy falsa, pero aún así decidí darle un poco de atención y verificar la información.  En primer lugar hay que ver la orientación de la foto.  El diagrama de abajo muestra la disposición de las pirámides más famosas de la antiguëdad egipcia.
Diagrama de las grandes pirámides de Guiza, con los nombres encima. Fuente Wikipedia, obtenida el 04/12/2012.
Comparando con la foto, el diagrama nos muestra que fue tomada desde el sur, mirando hacia el Este, o sea, dirección Noreste.  El segundo paso es verificar la posición relativa de los planetas.  La conjunción es real, Saturno, Venus y Mercurio está muy juntos, y próximos además del Sol.  Justamente, por estar tan próximos del Sol, pueden ser vistos unicamente antes del amancer, o sea, en dirección al Sureste y no al Noreste.  Además, la posición relativa de los planetas es mucho más vertical.  El diagrama de abajo representa el cielo sobre Guiza para el 5 de diciembre de 2012 a las 6:34 de la mañana (hora local) obtenida usando el programa gratuito kstars

La línea verde representa el horizonte, SE indica la dirección Sureste, lo que está por debajo no puede ser visto aún.  Casi en el centro, por debajo de la línea verde, el pequeño círculo amarillo es el Sol (Sun), indicando que está por amanecer, el cielo debería estar más celeste que lo que se ve en la foto. Por encima del horizonte, en letras amarillas, vemos los nombres de los tres planetas (Mercury, Venus, Saturn) al lado de puntos brillantes.  La mancha gris representa la Vía Láctea y vemos también las líneas que conectan estrellas y   representan las constelaciones.  Queda claro de este esquema, que la posición mostrada en la supuesta foto de la alineación es completamente falsa. 

Demás está decir que la supuesta repetición de este extraño fenómeno (2737 años) es pura invención. Si uno piensa que Saturno, el planeta más lento de los tres, tiene un período orbital de 30 años, es de suponer que sus conjunciones con Venus, que tiene un período orbital de 224 días, y Mercurio, que orbita alrededor del Sol cada 88 días, se produzcan cada 30 años aproximadamente.

La foto de la conjunción, además de poca calidad fotográfica demuestra poca investigación, porque no costaba mucho buscar una foto de las pirámides en dirección Este (del otro lado) mirando hacia el Sur y superponer los planetas en la posición en que se encuentran realmente.  Mucho trabajo para una cuestión tan efímera.  Tan efímera como las ideas que intenta propagar.  

Pero es probable que la teoría de conjunción única continúe. Por ejemplo, el 12 de enero de 2013, después de sobrevivir al Apocalípsis veremos, como en el diagrama de la figura de abajo,  que Venus, Plutón, Mercurio, el Sol y la Luna estarán muy próximos.  Saturno estará distanciado del resto (arriba a la derecha en la figura) y Marte estará entrando por debajo a la izquierda. No causará mucha impresión sin embargo porque el Sol opacará a los demás objetos.  Tal vez esta conjunción sí merezca el rótulo de única en 10.000 años. Quien sabe vengan a contarnos que la última vez que fue vista ocurrió cuando construían las pirámides... O cualquier otra cosa, porque en esta época de propagación instantánea de las ideas, la incontinencia del enter vence a  cualquier reflexión.

Esquema que representa el cielo a las 8:34 del sábado 12 de enero de 2013 en Guiza mirando en dirección del Sudeste.

jueves, 18 de octubre de 2012

La moderada actividad solar

A poco mas de dos meses del dia en que profecías afirman que las fulguraciones solares provocarán apagones de energia globales con duración de meses, dañarán los circuitos eléctricos de los satélites de comunicación y posicionamiento, inducirán accidentes de aviación y acabarán con el sistema bancario mundial. A nueve semanas, o mas precisamente 57 días de la fecha en que se aguarda el Fin de los Tiempos, el mayor responsable por el caos final, nuestra estrella central, el Sol, no parece estar enterado de estas ideas.  Muy por el contrario su comportamiento es bastante moderado, inferior a las previsiones de los físicos solares, que ya no eran para nada alarmistas.

Gráfico de la Actividad Solar. Fuente: Space Weather Prediction Center
El gráfico de arriba muestra la evolución del ciclo solar.   En el eje de las abscisas (horizontal) los números indican  los años.  En el eje de las ordenadas (vertical) el índice de manchas: cuanto mayor este número el Sol está más activo y provoca mas fulguraciones, eyecciones de masa, etc.  Cada puntito negro representa el promedio del índice durante un mes calendario.  El último puntito a la derecha es el promedio del mes de septiembre de 2012. La curva azul es una média móvil para suavizar las variaciones rápidas y ver tendencias en escalas temporales mayores.  La curva roja es la previsión hecha por un grupo de estudiosos del Sol en base a modelos e al histórico de la actividad de  los últimos años.  Como puede apreciarse del gráfico, la actividad presente ni siquiera alcanza el devaluado nivel previsto por la curva roja.

El sol no quiere salir de su letargo.  Creo que tendremos un verano solar muy frío.


miércoles, 22 de agosto de 2012

Apocalypse Not

Ya dije muchas veces que no me gustan los Apocalipsis. Y es consecuencia de este escepticismo lo que me llevó a abrir este Blog.  Ya escribí sobre los nuevos Apocalípsis, aquellos surgidos de los ámbitos académicos como El Cambio Global, o el Blackout Global y Final

La revista Wired acaba de publicar un interesante artículo de Matt Ridley donde expone a su manera estas ideas que defiendo aquí.  Para aquellos que se atrevan con el ingles, voilà el link: Apocalypse Not. La visión de Ridley es que los clásicos cuatro jinetes del Apocalípsis, hoy en día están representados por las sustancias químicas, las enfermedades, la población y los recursos naturales.  A cada uno de ellos le dedica una sección y muestra como las peores profecías realizadas por los más respetados científicos de su época, no llegaron nunca ni siquiera a comprometer la vida humana en la Tierra.

Apocalypse Not es además un giro idiomático que juega con el título de la famosa película de Coppola, Apocalypse Now.  Y este artículo, a pesar de hacerme sentir acompañado, aumenta mi curiosidad por entender el mecanismo que dispara la obsesión de imaginar nuestros propios finales. 

Hasta el próximo Apocalípsis.    


sábado, 11 de agosto de 2012

La Actividad Solar en Julio

Figura tomada de http://www.swpc.noaa.gov/SolarCycle/
el 11/08/2012.
Como todos saben ya, el ciclo solar está llegando a su máximo. Junto con él vinieron esta vez las profecías apocalípticas: las que se basan en la interpretación del calendario maya y las que se fundamentan en estudios geomagnéticos. Ambas se debaten abiertamente por imaginar los escenarios más aterradores.  

Pero lo cierto es que mientras nuestros profetas escriben sus apocalípsis, la Naturaleza se encarga de desmentirlos.  La figura muestra la situación actual de la actividad solar.  Los circulitos negros unidos por trazos indican el valor medio del índice de manchas del mes, la curva azul es un promedio que suaviza las variaciones, la curva roja es una previsión. Después del pico del mes de octubre del año pasado, la actividad se retrajo, aumentó un poco pero hace varios meses que se estabilizó.  A menos de un año del máximo, el Sol sigue estando muy calmo.  

La última gran tormenta solar ocurrió en marzo de 1989, aquel ciclo fue de forma general mucho más intenso que el actual.  Debemos esperar que una supertormenta ocurra en los próximos meses? No parece razonable. Mientras tanto los apocalípsis tendrán que buscar una excusa para explicar su error.

domingo, 29 de julio de 2012

Los riesgos de una supertormenta solar (III)

En el post anterior hablamos de las emisiones solares generadas durante un evento explosivo, como una fulguración (explosión) o una eyección de masa coronal.  Vamos a ver ahora las amenazas de estas emisiones según las visiones más pesimistas. Este es un post largo, deberán disculparme, pero no quedó otra forma de presentar mis ideas.
Típica aurora Polar observada en latitudes altas.


Aurora polar rojiza, a veces observada en latitudes menores
Buscando en la literatura uno encuentra que el origen de las ideas más catastróficas es un único autor: John Kappenman, un ingeniero eléctrico norteamericano, propietario de la firma Metatech Corporation, que se dedica a la consultoría y asistencia a líneas de transmisión eléctrica en cuestiones de interferencia ambiental o intencional. John Kappenman se ha dedicado en los últimos 20 años al estudio de factores que puedan dañar o desestabilizar la transmisión de corriente eléctrica.  En reconocimiento a su trabajo la National Academy of Sciences, el Congreso y el gobierno norteamericanos lo han llamado a pedir asesoramiento.  Más allá de estos informes en los que utiliza un lenguaje técnico y frío, me voy a referir aquí a un artículo que publicó en la revista IEEE Spectrum, en febrero de 2012.  Esta revista, aunque dedicada a la divulgación ténico científica, pertenece a la más prestigiosa asociación de ingeniería eléctrica del mundo, responsable también por la publicación de las mejores revistas en muchas áreas relacionadas con la transmisión de electricidad, las telecomunicaciones y la computación.  No es un tabloid leido por millones de personas, sino que es seguida por un pequeño grupo de profesionales con formación universitaria.  En suma, es leida por formadores de opinión y gente de las más altas jerarquías empresariales y gubernamentales.  Por eso mismo me asombró el lenguaje utilizado.

Voy a traducir el primer párrafo de este artículo:
Lenguas luminosas de intensos colores rojos, verdes y violetas brillan y pulsan através de los cielos del norte y del sur como vastas conflagraciones cósmicas. En minutos, millones de personas están tuiteando, enviando mensajes de texto por celular y blogueando sobre la fantástica visión.  Pero repentinamente el cielo se torna de color  rojo sanguineo y la fascinación se convierte en pánico. 
 Como vemos el comienzo presagia las catástrofes que anunciará después.
Relacionado con el espectáculo celestial hay enormes variaciones del campo magnético en la magnetósfera terrestre, que causan inmensos flujos de corriente eléctrica en la atmósfera superior sobre la mayor parte del planeta.  Estas enormes corrientes perturban el campo magnético terrestre normalmente calmo, que a su vez induce oscilaciones de corriente en las redes eléctricas y de comunicaciones  entre los continentes.  Las luces de las calles parpadean hasta apagarse, la electricidad desaparece. Un blackout planetario está ocurriendo dejando vastas regiones de Norte y Sudamérica, Europa, Australia y Asia sin energía. 
Las cosas van empeorando con el tiempo, sin embargo 
En pocos meses, la crisis se profundiza. En muchos lugares la falta de comida crece vertiginosamente, el agua potable se convierte en un bien precioso y los pacientes que necesitan transplantes de sangre, insulina o drogras críticas mueren durante la espera.  El comercio normal se detiene, remplazado por el mercado negro y el crimen violento.  Mientras las fatalidades crecen por millones, la malla social se desarma.  
Qué es lo que puede justificar semejante prólogo apocalíptico?  Tenemos evidencias de que algo así podría ocurrir?  Según Kappenman aunque no hay evidencias observacionales, se puede especular con esta catástrofe mundial. El fundamento de sus argumentos es la comparación de los efectos ocacionados por las mayores tempestades magnéticas registradas en los tiempos modernos.

Daños provocados a los transformadores de la Compañía de electricidad de Quebec durante el blackout de marzo de 1989 (Fuente: Severe Space Weather Events, Nat. Ac. Sci., 2008)
La primera (en realidad fue más de una) ocurrió entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre de 1859. En coincidencia, Richard Carrington, astrónomo amateur inglés, observó el 1 de septiembre através de su telescopio la primera explosión solar. No sólo se trató del mayor white light flare (fulguración en luz blanca) jamás observada sino que además esa semana se produjeron las mayores pertubaciones del campo magnético terrestre al tiempo que se observó el cielo rojizo (aurora polar, ver foto dearriba) hasta en los trópicos, y las líneas telegráficas llegaron a cortocircuitarse, algunas se prendieron fuego y en otros casos, tenían corriente para funcionar con las baterías desconectadas. Estos fenómenos fueron observados por varios días.   Hay muchos relatos de estigos presenciales aunque en la práctica hay poca precisión sobre la extensión de los daños. Como argumento se trae el hecho de que en 1859 el telégrafo era el medio de comunicación más avanzado de la época, lo que hoy estaría representado por comunicaciones satelitales y la telefonía móvil.

La pregunta que se formula Kappenman y para la que cree tener una respuesta correcta es: qué ocasionaría hoy una tempestad geomagnética parecida a la de 1859.  Para responderse toma el caso de la tempestad de marzo de 1989, que dejó sin luz a la provincia de Quebec.  Las corrientes geoinducidas (GICs) por las partículas que entraron en la atmósfera durante la tempestad,  sobrecargaron la red de alta tensión, lo que produjo un cortocircuito que se propagó rapidamente a otras redes.  El corte de luz se alargó por 9 horas y produjo millonarias pérdidas.  La mayor preocupación de Kappenman es con los transformadores de ultra alta tensión (EHV en inglés) que pueden quemarse por culpa de las GICs, la confección de los mismos es casi artesanal y por lo tanto su reparación o remplazo es muy demorado.  Si en escala global muchos de estos EHV se quemaran se produciría un problema muy serio: la falta de electricidad en vastas regiones provocaría graves problemas de alimentación, falta de agua potable, carencia de transporte y riesgos severos de conservación de medicamentos por falta de heladeras.

Si Kappenman no ahorra en la descripción apocalíptica inicial es porque él cree que centenas de transformadores podrían salir de servicio si otro evento Carrington (como son llamados los eventos de la semana del 28/8 al 2/9/1859) volviese a ocurrir.  El factor decisivo en los daños inducidos por una tempestad magnética es la variación del campo magnético. En marzo de 1989, varió entre 400 y 500 nT/minuto (nano teslas por minuto), siendo de los más importantes de las últimas décadas. Sin embargo en 1921 otra tempestad geomagnética habría producido variaciones de hasta 5000 nT/minuto y el evento Carrington fue todavía mayor.  (Como referencia, el campo magnético terrestre es de alrededor de 60.000 nT en promedio)
Es este el escenario de catástrofe que mejor describe las predicciones de Kapenmann? La sociedad destruida, hombres cazando hombres. Frío, falta de alimentos, agua y medicamentos. The Road, película de John Hillcoat, protagonizada por Vigo Mortensen.

Kappenman va más lejos en este artículo, especula que podrían llegar a ocurrir centenas de Fukushimas.  Cómo?  Para entenderlo hay que ver como sucedió el meltdown del reactor japonés durante el tsunami de 2011: el terremoto disparó por prevención el apagado del reactor, el tsunami sobrepasó el muro de contención y el agua invadió la sala donde se encontraba el generador eléctrico diesel de emergencia, y la energía externa se cortó cuando cayeron postes eléctricos por culpa del terremoto. En síntesis Fukushima quedó en pocas horas sin ningún tipo de electricidad, por ese motivo no se podía  hacer funcionar el circuito primario de refrigeración, y el reactor estaba muy caliente. Con el correr de las horas y días, el material comenzó a fundirse y hubo escape radioactivo.  Entonces, si por culpa de una tempestad geomagnética muchos transformadores EHV salen de funcionamiento, los reactores deberán ser apagados y pasarán a depender del generador diesel para hacer funcionar a la bomba del circuito de refirgeración.  Pero por norma, los generadores tienen combustible sólo para una semana.  Como el caos va tomando cada vez más lugar en la ciudad, la escasez de combustible llevará eventualmente a que los reactores queden sin ningún tipo de energía y con el reactor todavía demasiado caliente. En pocas semanas centenas de reactores en todo el mundo comenzarían a fundirse...

Todo este Pandemonium, podría evitarse facilmente dice Kapenmann, la idea es aislar en las líneas de transmisión el neutro de tierra por medio de un capacitor, lo que evitaría que los GICs tuviesen donde descargarse.  El problema es que las tierras están para evitar cortocircuitos cuando la corriente crece descontrolada.  En ese caso algún switch debería bypasear al capacitor. Ese dispositivo, basado en un tubo de vacío ya fue diseñado por la firma Advanced Fusion Systems, siendo capaz de actuar en una fracción del ciclo  eléctrico (digamos que unos 10 ms) y soportar hasta 20.000 A de corriente.  Sólo es necesario hacer estas modificaciones en todas las línes de alta tensión del mundo a un costo que sería mucho menor que los daños proyectados en sus catastróficos informes.  El artículo de Kapenmann acaba con una advertencia: Si no hacemos nada, si nos detenemos y esperamos que los políticos aprecien los riesgos y actúen sobre ellos- podemos presenciar una de las mayores catástrofes de todos los tiempos.

Como ya he dicho en otras oportunidades, no me gustan los apocalípsis, cualquiera sea el origen.  Kapenmann no presenta ninguna evidencia de que este sea más real que otros ya proclamados: su base es mostrar que tempestades geomagnéticas anteriores fueron de mayor intensidad que la que afectó a Quebec en 1989.  Pero no ofrece una relación empírica o teórica que establezca la intensidad de las corrientes inducidas a partir de las variaciones del campo magnético.  Tampoco queda clara la distribución de estas corriente sobre la superficie terrestre, ni el flujo necesario para quema un transformador EHV. De esta forma su conclusión apocalíptica es, en el mejor de los casos, especulativa.  

Por ahora me detuve en un artículo de divulgación. En otros posts voy a analizar los trabajos científicos de Kapenmann, en el marco de sus predicciones catastróficas.