domingo, 18 de marzo de 2012

Observaciones mayas del tránsito de Venus

Un lector anónimo de este blog me alertó por medio de un comentario en el post El tránsito de Venus del 6 de junio de 2012, que el profesor Jesús Galindo Trejo del Instituto de Astronomía de  la Universidad Nacional Autónoma de México, después de analizar frescos de un templo de la ciudad de Mayapán especula  que los mayas observaron tránsitos de Venus. Este hecho podría abrir las puertas a la interpretación de los profetas de 2012 de que el calendario maya de la Cuenta Larga, está sincronizado para coincidir su final con un tránsito de Venus que tendrá lugar el 6 de junio próximo.

No fue difícil encontrar el trabajo de Trejo publicado en el Número XXIX de la revista Estudios de Cultura Maya: Un análisis arqueoastronómico del edificio Q152 de Mayapán. Voy a resumir los aspectos que me interesan aquí.
Edificio Q152, también llamado de Observatorio.
Mayapán, Mérida (México)

La ciudad de Mayapán, última gran urbe maya, pertenece al período posclásico (aquí una breve descripción de la historia maya precolombina). Tuvo su apogeo entre 1200 y 1450 y una declinación dramática, producto de alzamientos populares apoyados por grupos armados provenientes de México central. Cuenta con importantes edificaciones, entre ellas un templo circular que recibió el arqueológico nombre de Q152 (a veces referido como el observatorio) y una pirámide llamada el castillo. Recientemente en un pequeño edificio adosado al castillo fueron encontrados y restaurados unos frescos que son iluminados por el sol en dos días precisos del año. Una de las imágenes representa al sol amarillo con grandes rayos, escoltado por dos personajes con unas especies de lanzas; dentro del disco solar, un personaje ricamente ataviado en aparente descenso.  Según Galindo Trejo, los días en que el sol ilumina al fresco servirían como marcadores que permiten hacer una aritmética simple para contabilizar el periódo sinódico de Venus, de 584 días, tiempo que demora en dar una vuelta en torno del Sol observado desde la Tierra.  Semejante importancia dada al año venusiano, lleva al autor a reflexionar si el personaje dentro del disco solar no se trataría de una representación de los tránsitos de Venus.
Pirámide de Mayapán (el castillo)

Observar tránsitos de Venus es complicado porque  proyectado sobre el disco solar, el planeta es 30 veces menor.   Sin embargo es posible si se atenua de alguna forma la intensa luz solar.  Una condición natural es con el Sol próximo al horizonte ocultado por un velo de nubes o humo.  Los mayas estaban en una posición geográfica privilegiada: de los 40 tránsitos de Venus que hubo entre el 2000 AC y el 1500 DC (conquista española) yo calculé que podrían haber visto 36 (Usé la siguiente tabla creada por NASA, y las fórmulas de aquí). Los tránsitos de Venus son fenómenos bastante prolongados, que duran aproximadamente 7 horas y que además ocurren con poca dispersión calendárica: entre el 19 y 23 de mayo, y entre el 20 y 23 de noviembre cuando se considera el lapso correspondiente a la antigüedad maya. Aunque cuidado: no todos los años hay tránsitos de Venus. Las reglas que rigen estos tránsitos no son simples y exigen siglos de observaciones o un conocimiento bastante avanzado de la astronomía planetaria.

Tamaños relativos del disco solar (círculo amarillo) y Venus (círculo celeste) La diferencia de tamaño y el intenso brillo solar hacen muy difícil la observación sin instrumentos de un tránsito de Venus.

En suma, tal vez los mayas observaron tránsitos de Venus. Suponer que llegaron a preverlos, como algunas profecias de 2012 están afirmando, sería una osadía sin ningún sustento.

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